CONSEJO UNITARIO DE TRABAJADORES CUBANOS
(CUTC) 
LO QUE ESPERA A  LOS TRABAJADORES CUBANOS 
Si nos remitimos al  discurso pronunciado por el Presidente del Consejo De Estado y de Ministro  de Cuba, en la clausura del IX congreso de la UJC (Unión de Jóvenes  Comunista) el pasado 4 de abril del presente año, no puede augurarse  otro tipo de situación contra producente a la política de empleo,  como la que se supone sucederá.
 
En su intervención  Raúl Castro, Presidnte de Cuba,  se refirió al excesivo número  de plantillas infladas existente en los diferentes sectores laborales  del país, principalmente presupuestado y empresarial.
 
Expertos  en materia  de empleo han  concluido que, de acuerdos a los cómputos estadísticos  realizados, que el exceso de plazas ocupadas indebidamente sobrepasa  el millón de personas. Por tal razón el Estado, forzosamente, se verá  obligado a adoptar políticas emergentes para solucionar esta difícil  y compleja situación.
 
Es  cierto que  sobra  parte de la fuerza de trabajo actual, mucha de la cual está  mal ubicada y  percibiendo salarios que no se corresponde con los  resultados planificados. Esto origina trastornos inconmensurables   a la producción y los servicios, aumentando desfavorablemente la improductividad  y la ineficiencia laboral    
Esperamos que mucha  de esa fuerza de trabajo disponibles sea reubicada convenientemente,  pues no puede pasarse por alto que muchos tienen familias que dependen  económicamente de su sustento. A toda costa hay que evitar el desamparo,  la precariedad, la desesperación y la miseria en los hogares cubanos.
 
No se trata de simplificar  plantillas ni reducir personas, es  algo más profundo y sustancial  que parte de una mala  economía. Se  debe tratar de reestructurar  las empresas,  ver cuáles se han quedado atrás tecnológicamente,   cuáles deben adaptar otro sistema de financiamiento, cuál puede cumplir  o no el plan de reordenamiento de la fuerza de trabajo y el proceso  de redimensionamiento económico.
 
Por otra parte, hay  que revitalizar  algunas industrias que necesitan completar    su personal en algunos servicios, posibilitando así el aumento de empleo.  La nueva filosofía que debe regir es la  crear nuevas fuentes  de empleo que sea socialmente útiles y económicamente visibles en  la coyuntura actual.
 
Los puestos de trabajo  que se creen deben responder, básicamente, con las necesidades reales  de la producción y los servicios. Con  el avance de las nuevas  tecnología en algunas entidades resulta imprescindible preparar y capacitar  al personal idóneo y cubrir eficazmente las nuevas plazas y turnos  de labor, que ofrezcan determinadas opciones a la  fuerza de trabajo  disponible y apta para ella.
 
Como aspecto de primer  orden hay que señalar que se hace imprescindible,  en este proceso  de racionalización de plazas,  evitar la amortización de alguna,   que conlleve a la desocupación laboral sin  que el sindicato juegue  su verdadero rol, para evitar el crecimiento de los desemepleados, enfrentando  los problemas que puedan surgir o mal interpretarse, sobre todo el en   reordenamiento, fluctuación y reubicación de la fuerza de trabajo.  El papel del sindicato debe circunscribirse –específicamente- a   proteger a los trabajadores, como se establece en el convenio   de negociación colectiva.
 
El sindicato debe ser  contrapartida de la administración,  desprenderse de sus actitudes  acomodativas y pasivas, en contubernio y sumisión con dicha administración,  y adoptar una verdadera posición de enfretanmiento ante la  misma  y ante quienes sean.
 
En estos momentos lo  importante es buscar salidas, encontrar  opciones que posibiliten  que los desempleados sean verdaderamente los incumplidores, no quienes  le caigan mal a las administraciones por decir lo que piensan o criticarle  lo mal hecho. 
Lo que no se puede  hacer es dejar bacante una plaza sin antes discutir con los trabajadores  y el sindicato. Se requiere un  un  profundo examen de su  procedencia o no;   menos dejar a un trabajador sin medios  de subsistencia. Siempre habrá que buscar su reubicación en otra  entidad, si en la que labora fuera imposible.
Otro  aspecto  es que  resulta significativo señalar, como un medio más de impedir  el  desempleo, es propiciar la apertura de nuevos empleos, con  especial interés los trabajos  por cuenta propia y el desarrollo  de la iniciativa privada, puertas que, desde hace tiempo, están   cerradas. Hay que desatar forzosamente ese nudo gordiano y permitir  que se cumpla lo regulado al respecto, no limitarlo. También es necesaria  la inversión, de cubanos o extranjeros, única manera de paliar esta  situación y de crear nuevos puesto de trabajo.
Las diversas formas  en que puede desenvolverse el trabajo autónomo (cuando se le brinda  la oportunidad de abrirse el vasto diapasón de las distintas actividades  a realizar) ahora  son vedadas, creando de por si un mecanismo  de compulsión que tiende a buscar  competencia y  competividad,  previa la entrega -por la vía estatal- de los recursos materiales que  garanticen la prestación de sus servicios a la comunidad. Con seguridad   que ello redundara positivamente en el crecimiento de nuestra economía  y en la reducción de los índices de la tasa de desempleo.
 
Además, sin la menor  duda y sin el ánimo de pisar   un camino ya recorrido, es  necesario: 
- Que las autoridades competentes aprueben la creación de empresas pequeñas y medianas;
- Fomenten la aparición de cooperativas privadas, reguladas convenientemente en materia de oficios, tales como: mecánicos, plomeros, albañiles, barberos, peluqueros, etc., organizadas y con una contabilidad acorde a sus ingresos y gastos, así como el pagó de sus impuestos en razón directa a sus dividendos y ganancias.
Cuando esto se logre  se crearán  nuevas fuentes e empleo que estarán disponibles,  permitiendo la inserción de trabajadores de nuevo ingreso o la reubicación  de la mayoría de los que ahora pudieran desemplearse.
 
Tal novedosa coyuntura  favorecería el crecimiento de nuestra economía, con un  aparato  de dirección  dinámico y consistente, propiciando un marcado  pronunciamiento en la nivelación a  existir entre la oferta,   la demanda,  en el exceso de liquidez y el dinero circulante de  los salarios actuales estaría más en consecuencia con los bienes sacados  en la producción y los servicios.  En  este sentido, se beneficiara  el país. 
 
Muchas  opciones  pudieran acometerse,  esperamos que sea así, para evitar el incremento  de la desocupación laboral. No podemos pasar por alto que en muchas  ocasiones las cifras del desempleo no han disminuido, debido a que existiendo  la plaza su oferta no satisface las necesidades de los interesesados   en  su ocupación. es que dicha plaza no resulta atractiva si no  viene acompañada por un sistema de estimulación  pecuniario,  en moneda nacional o en pesos convertibles, en atención al alto costo  de la vida imperante. 
Realmente,  consideramos  que esta situación no tiene razón  para subsistir. Esta plazas  tienen que tener mayor retribución y ser estimuladas monetariamente,  a través de mecanismos más dinámicos y benefactores.
 
Por ultimo,  destacamos  la preocupación que nos embarga -respecto a la compleja situación  existente-, por lo siguiente: 
- Se han cerrado definitivamente, o clausurado temporalmente, algunos centros de trabajo.
- Se han eliminado o reducido plantillas aparentemente infladas.
- Se han trasladado trabajadores a cursos transitorios, etc.
En fin,  si el  colapso se agrava producto de la crisis existente en la mayor parte  del planeta eso nos hace llegar a la conclusión que la tasa del desempleo  puede arribar a cifras insospechadas y alarmantes. Esperamos que esto  no se convierta en un problema de proporciones traumáticas e indisolubles.  Esperamos que en la búsqueda de soluciones, que  las hay, y no  se actúe con precipitación o extrema rigurosidad.
 
Si queremos acabar  con la depauperación y la pobreza no podemos cerrar las puertas a la  única y verdadera fuente de riquezas que existe: el sotén del trabajador  cubano a su familia y el de  los hogares Cubanos. Sin dudas, la  permanencia y la plena consagración en el empleo nos dará la oportunidad  de ser útil a la sociedad y a nosotros mismos. Hagamos lo posible por  su supervivencia.
 
Dr. Francisco Leblanc  Amate 
Director 
Instituto Cubano de  Estudios Sindicales Independiente 
CUTC  (ICESI)    
 
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