viernes, 12 de febrero de 2010

Jóvenes trabajadores desestimulados.

Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC)

Somos un sindicato independiente y punible. Realizamos nuestro trabajo en condiciones extremadamente difíciles. Nuestro objetivo es preparar a la clase obrera cubana en el conocimiento de sus derechos y la forma de exigirlos a las administraciones, a la vez que formar a nuestra membresía en los valores de un sindicalismo libre, donde cada cual tenga derecho a afiliarse al sindicato de su preferencia, sin ataduras ni oficialismo.

Jóvenes trabajadores desestimulados.

Por Aimée Cabrera.

Los jóvenes cubanos que comienzan su vida laboral lucen desilusionados y hacen un gran esfuerzo al asistir a los centros donde realizan prácticas prelabórales, o cumplen con su Servicio Social, al acercarse a cualquiera de ellos, todos sienten una misma inseguridad y sus opiniones van hacia un mismo tema: El salario, y el mal trato de los experimentados.

Yoexy es una linda joven que recién finalizó sus estudios medio-superiores de Economía. A través de diversas gestiones de sus padres y amigos de éstos, lograron que la chica comenzara a trabajar en un ministerio, cuyo renombre, como el de tantos otros, no esta aliado a un buen sueldo u otros estímulos.

Al llegar allí, no obstante hacerlo por una buena recomendación, Yoexy apreció que apenas podía abrir la boca para emitir juicios o imponer, con seguridad, lo que tan bien había aprendido en su colegio, y explica: “La Jefa del Departamento no resiste a que me aparezca en su buró con mi trabajo bien hecho y rápido, siempre tiene que hacerle una crítica, y termina hablando de los tiempos “perfectos” de cuando ella empezó a trabajar”.

Los padres de esta joven, única hija la notan deprimida, su madre expone que “nunca había visto a mi hija así, ni cuando era chiquita, siempre tan dispuesta para todo, entre su padre y yo tenemos que darle ánimo todos los días para que a regañadientes se vista y vaya para el trabajo- concluye.

Otro caso es el de Randy que fue el mejor alumno de su año, al concluir el Técnico Medio de Gastronomía y ahora está en un colectivo de trabajadores que “van con el cuchillo en la boca”- expone el chico para enfatizar que son agresivos e imponen reglas relacionadas con las mercancías, que son de ellos, por lo que las ganancias son individuales, y las relaciones de estos con los jefes son inmejorables por los constantes sobornos , y sentencia:” Cuando llego a mi turno enseguida veo como cambian de conversación, es un ambiente de mucha hipocresía y corrupción, a veces pienso que debía haber escogido otra carrera”-y su frase queda en suspenso.

Por eso las frases altisonantes de la noticia aparecida en primera plana del diario Granma, Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba,(PCC) dejan un sabor amargo en quienes conocen muy bien sobre este tema. Con el titulo de “Hay que brindarles más atención a los jóvenes trabajadores”, el periodista Ronald Suárez se refiere a los puntos tratados en las Asambleas de la Unión de Jóvenes Comunistas,(UJC) en las provincias de Pinar del Río, y Santiago de Cuba.

En las mismas, la masa juvenil pretende que se elimine la rutina, la apatía y los esquematismos para “Lograr un mayor protagonismo en la producción y los servicios”. Ellos han aprendido muy bien a repetir como aves parlantes las frases dichas y redichas en décadas, con las cuales nunca se ha podido enmendar la situación de marginación que han tenido que vivir tantos jóvenes cuando comienzan la vida laboral cada vez más desestimulada.

Los dirigentes partidistas entrenan a las nuevas generaciones para “Asegurar la cantera de la Revolución”, único objetivo importante, y van quitando los estímulos en las dos monedas, los módulos de ropa, de artículos de aseo personal, y de alimentos. En los pocos centros donde aún existen estas garantías, existen trabajadores que espían a sus colegas para cogerlos en faltas y retirarles lo poco que les toca como estímulos, por eso los códigos basados en “la entrega y el sacrificio” lucen obsoletos y risibles.

Muchos de estos jóvenes precisan dar lo mejor de sí en sus puestos laborales con vistas a conseguir en un futuro un contrato de trabajo en otra nación, con la posibilidad de venir de vacaciones cada once meses, o simplemente se preparan para emigrar, sin importarles nada más, que poder asegurar su bienestar.

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