viernes, 5 de marzo de 2010

CUTC : A Orlando Zapata Tamayo


CONSEJO UNITARIO DE TRABAJADORES CUBANOS


Ciudad de la Habana

24 de febrero de 2010


En esta gloriosa fecha de las luchas de independencia de la libertad de nuestra patria, el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) se viste de luto, lamenta y da su más sentido pésame a la madre y familiares de Orlando Zapata Tamayo, quien falleciera el día 23 del presente, luego de 82 días de huelga de hambre que la dictadura no evitó y lo llevó a la muerte.


Aunque no prisionero del grupo de los 75, encarcelado en marzo de 2003 y su madre se incorporó a las Damas de Blanco, caminando por la 5ta Avenida, frente a la iglesia de la Santa Rita, donde la recuerdo con su cuello pleno de los collares de diversas deidades afrocubanas, pidiendo por la libertad de su hijo. Para entonces no teníamos idea de que su hijo pasaría a engrosar la lista de los mártires de la lucha por la independencia de Cuba.


En el plano personal, estamos en contra de las huelgas de hambre pero respetamos y apoyamos a quienes por decisión toman ese camino, aunque el totalitarismo imperante en nuestra Patria no merece tal honor. Hay que estar desesperado para tomar una decisión tan drástica, dura y a la vez un sacrificio por su causa, dando lo más preciado: la vida.


Hemos perdido a un trabajador, a un hermano de lucha, a un héroe que no tuvo la oportunidad de enfrentar la lucha fuera de los barrotes carcelarios.


Zapata fue asesinado. Así lo evidencia la falta de atenciones carcelarias cuando las solicitaba. No hacemos referencia al hombre en huelga por su convicción, sino al vivo que enclaustrado hace demandas y recibe a cambio maltrato y tortura.


Pensamos en él gritando ¡ABAJO LA DICTADURA!, eso que muchos no hacemos en público, ni a viva voz, por temor a terminar en una presión. Con 15 hombres como Zapata (uno en cada provincia y en el municipio especial Isla de la Juventud) las cosas en Cuba serían de otra forma, porque su muerte, estamos seguro, va a conmocionar el mundo y a lograr lo que años de oposición no ha podido obtener; sin embargo, este hombre humilde, trabajador de oficio, va a posibilitar que el mundo ponga sus ojos en Cuba, valore las reiteradas violaciones de los Derechos Humanos y tome conciencia que la vida de quienes se encuentran en prisión peligra día a día.


Confiamos en que se demande definitivamente la ex carcelación de los presos políticos y de conciencia que esperan la muerte en las inmundas cárceles cubanas, que las relaciones que Cuba desea establecer con los Estados Unidos y la Unión Europea no se faciliten hasta tanto no se liberen nuestros presos.


Sirvan estas líneas para ratificar nuestro apoyo a la causa que lo llevó a la muerte y la confianza de que, por nuestra parte, no descansaremos hasta que su muerte sea reinvidicada con la libertad a nuestros prisioneros y libremente podamos tirar flores al mar, donde descansan muchos, como él.


¡Descansa en Paz!


Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos

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