La calle San Lázaro es una de las principales vías de la capital, la cual recorre varios municipios, de los más céntricos, y muere justo frente a la escalinata universitaria, zona rodeada de varios hoteles y otros centros de interés intelectual y recreativo.
Desde hace unas semanas se pintan las fachadas de los edificios aledaños al hospital Hermanos Amejeiras que enfilan hacia la Universidad. El trabajo es arduo, el calor sofocante, y los pintores van haciendo su labor teniendo en cuenta la acera de la sombra, en la sesión de la mañana o la tarde.
Se observa que, a pesar de estar pintando edificios de varios pisos y puntales altos, los trabajadores se balancean en andamios de dudoso equilibrio, y cuando hace aire parece que van a caer sobre los transeúntes.
No es de extrañar que en la mañana del miércoles 16 de junio, un joven pintor que hacía su faena en un inmueble cercano a la intersección de San Lázaro y Aramburu, en el municipio Centro Habana cayera de manera espectacular.
En la caída, su cuerpo se enredó con cables de electricidad y, aunque no se electrocutó, provocó un apagón en la zona aledaña al hecho. Testigos presenciales quedaron atónitos de ver como el cuerpo llegó al suelo con vida.
Un anciano que venía del agromercado por la calle del accidente relató como el trabajador se golpeó e hirió de manera considerable, y como éste fue introducido en un vehículo que lo llevó para el hospital más cercano.
La causa de este accidente en plena jornada laboral es la falta de medios de seguridad para estos trabajadores que carecen de andamios seguros, cascos, guantes y buenas sogas. “Una labor como ésta debiera estar bien garantizada” alega una mujer que vive en el barrio y no concibe como esos obreros ponen en riesgo sus vidas.
Habría que preguntarse que papel han jugado la administración y la sección sindical que atiende a este gran grupo de trabajadores ya que en cada entidad laboral existe un presupuesto anual para garantizar todos los medios de seguridad de sus trabajadores
No hay comentarios:
Publicar un comentario