viernes, 2 de julio de 2010

Haz lo que digo y no lo que hago

René Gómez Manzano


Mes de mayo 2010



Desde hace semanas, la opinión pública mundial se ha pronunciado sobre la Ley SB 1070, dictada a fines de abril en el estado norteamericano de Arizona.



La mayoría de los criterios son hostiles al documento, que ha sido calificado como “anti inmigrantes”. Las protestas han resultado especialmente significativas en los Estados Unidos, donde el pasado primero de mayo hubo manifestaciones en varias ciudades.



No es mucho lo que puedo comentar al respecto, pues se trata de un país democrático, y es perfectamente normal que los ciudadanos que se consideran afectados injustamente —en especial inmigrantes y familiares— expresen su inconformidad con la medida.



Son los comentarios sobre el tema realizados en Cuba los que provocan mi reacción. Ya se sabe que el sistema totalitario no desperdicia una oportunidad de atacar al vecino, pero si se trata de este tema, el castrismo no tiene un ápice de fuerza moral para criticar.



Primero, escribieron sobre el particular los propagandistas del régimen, pero se trataba de simples opiniones personales. Sin embargo, el jueves de la pasada semana se publicó una declaración de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Ante esto no puedo quedarme callado, porque resulta inaudito que el régimen critique a otros por lo mismo que hace constantemente.



El documento oficial cubano afirma que la ley en cuestión tiene carácter racista, y critica que permita a la policía “usar el perfil racial para detener a cualquier persona si tiene sospecha razonable de que es un ilegal”.



¡Las cosas que hay que leer! ¿Será posible que los señores diputados que integran la Comisión no sepan que los agentes represivos de Cuba, cada vez que se les ocurre, detienen en la vía pública y demandan el carné de identidad a cualquier ciudadano, y sin que exista sospecha razonable?



Esa actuación arbitraria no está basada en disposición legal alguna contra los jóvenes negros; por consiguiente, se trata de una práctica viciosa de carácter racista. Acto seguido, la Declaración pasa a criticar la citada SB 1070 actúe “criminalizando de hecho a los inmigrantes sin papeles”.


Eso es cierto, ¡pero es el colmo que esa crítica parta de los diputados cubanos, cuando en nuestro Código Penal aparece plasmado lo mismo que ahora se reprocha a la ley de Arizona! En Cuba se criminaliza, a través del artículo 215 del vigente código represivo, el hecho de penetrar ilícitamente al país. Ese precepto prevé sanciones de hasta tres años de privación de libertad.



Los funcionarios y los publicistas cubanos parecen empeñados en aplicar el conocido refrán: Haz lo que digo, y no lo que hago.

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