viernes, 18 de febrero de 2011

INFORME ANUAL 2010 - PARTE I

CONSEJO UNITARIO DE TRABAJADORES CUBANOS 
(CUTC)
 
  

INFORME ANUAL 2010
PARTE I
Es costumbre del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC) –sindicato independiente-  hacer un resumen anual de los problemas fundamentales que afronta  la clase obrera cubana en el entorno social donde desarrolla su  quehacer,  y  la manera en   que  despliega su rol en una sociedad donde los sindicatos no la  defiende ni  representa.
El   CUTC ppertenece, como Miembro Asociado, a la Confederación Sindical Internacional (CSI), es reconocido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), mantiene relaciones  con el Sindicato Cristiano de los Países Bajos (CNV-Holanda) y  Solidaridad de Trabajadores Cubanos (STC), entre otros y ONG. Desempeña su función mediante las delegaciones provinciales (10).
Al término del informe se anexan los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), con los cuales acostumbramos a realizar el mismo; asimismo un resumen de las normas jurídica referente al reordenamiento laboral y los disponible  e informes provinciales con anexos de la ONE.
PANORAMA QUE HEREDA 2010
El año 2011 heredó un panorama desolador de 2010. entre ellos:
  • un PBI  por debajo del obtenido en América Latina;
  • descontento en la población y en los  trabajadores;
  • mayor  miseria; caída de la producción en  el sector agropecuario;
  • la zafra 2008/09 sentó las bases para que la de 1009/10fuera  la  peor   en una centuria;
  • malestar entre los campesinos con tierras en usufructo;  
  • decrecimiento de la industria pesquera;
  • retroceso en la construcción de viviendas, en  los Servicios Básicos y en la construcción y montaje;
  • incumplimiento del plan de transportación de pasajeros;
  • deuda externa creciendo;
  • dependencia económica a Venezuela;
  • disminución del turismo;
  • aumento de personal calificado en  misiones en el extranjero;
  • éxodo de personal calificado a otros países;
  • subida de  los precios (peso cubano y convertible CUC) y en el mercado negro;
  • crecimiento de la edad de jubilación;  
  • decrecimiento: poblacional y  de productos fundamentales de la alimentación cubana (arroz y frijoles, entre otros);
  • contradictorio desempleo de un 1,7%;
  • insuficiente  salario medio mensual;
  • pérdida de valores en los jóvenes;
  • incremento de enfermedades veneras, entre ellas el VIH SIDA;
  • falta de medicamentos;
  • disminución de la población económicamente activa;  
  • deterioro de la enseñanza educacional y   de la salud;
  • detrimento en las viviendas; mal servicio a la población;
  • equiparación del peso cubano al CUC en productos vendidos en moneda nacional;  
  • decadencia en aspectos básicos de la asistencia social;
  • falta de productos agrícolas en los mercados estatales y
  • otros.
Esta es la Cuba cuando el  4 de abril el Presidente anuncia despedir a más de un  millón de trabajadores,  para un reordenamiento laboral sin precedente en la historia del movimiento obrero de la isla y –paradójicamente- la CTC forma parte del mismo. El Parlamento debatió el tema y ningún diputado puso en tela de juicio la increíble actuación sindical, en contra de la clase obrera,  irremediable y totalmente desampara.  

No es la brutal crisis económica la que obliga al gobierno a despedir a más de un millón de trabajadores, es la inoperancia de un sistema con una carente y colapsada economía que, en los estertores de la muerte, no puede más y  busca la salida menos inteligente.  

Los sindicatos independientes llevamos años denunciando: plantillas infladas,  incumplimiento de las 8 horas diarias de trabajo,  ineficiencia laboral,  vida de la  mayoría de los  dirigentes,  corrupción, el despilfarro,    negligencia, la inoperancia,    falta de combatividad contra lo mal hecho,    ineficiencia  en  la mayoría de los cuadros de dirección.  Todo lo hemos denunciado  año tras año, a diferentes  las instancias. No es un reordenamiento laboral lo que se pretende hacer,  es el camino al caos, al neoliberalismo para quienes pueden vivir en nuestras circunstancias y el desasosiego, la desesperanza, la miseria y el dolor para ciento de  millares de familias cubanas que durante años callaron y ahora pagan el precio.
 
La  mayoría de la clase obrera cubana no está   preparados  para trabajar 8 horas diarias, deficiencias:
  • acostumbra a adquirir mercancías que le sirva de trueque para obtener otra necesaria;
  • no tiene un  transporte que  garantice llegar a su entidad laboral;
  • trabajadoras con un mes de vacaciones e  hijos de primaria con cuatro  de recreo (una semana de receso escolar  en ocho ocasiones y dos de vacaciones al finalizar el curso escolar),  obligadas a solicitar licencia sin sueldo para  cuidarlos;
  • alimentación deficitaria, sin carnes,  verduras ni viandas, a precios que no puede adquirir;
  • viviendas deterioradas, sin posibilidad de repararlas; vestimentas y artículos de primera necesidad en peso convertible CUC, incluyendo prendas interiores, zapatos y enseres escolares de primaria y secundaria; calles con bache que pasan años sin  repararse;
  • esquinas que son  basureros municipales; ríos contaminados;  falta de costumbres familiares y de respeto a las personas mayores;
  • pérdida de valores éticos y morales; consumo de estupefacientes;
  • proliferación de enfermedades veneras; tabaquismo y alcoholismo;
  • deficitaria atención en los hospitales, por especialistas en misiones internacionalistas;
  • falta  de medicamentos en farmacias; proliferación del mercado  negro; etc.
Este es el panorama de la clase obrera llamada al reordenamiento laboral, a convertirse en trabajadores por cuenta propia bajo las condiciones  impuestas por un gobierno acostumbrado a que los inversionistas acepten sus condiciones  y  ahora aplican a los trabajadores. 

FIN DE LA PARTE I
(CONTINUARÁ)

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