viernes, 1 de octubre de 2010

QUE LAS MEDIDAS ADOPTADAS PARA REUBICAR A LOS TRABAJADORES NO INCREMENTE AUN MAS LA TASA DE DESEMPLEO.


CONSEJO UNITARIO DE TRABAJADORES CUBANOS

(CUTC)


QUE LAS MEDIDAS ADOPTADAS PARA REUBICAR A LOS TRABAJADORES NO INCREMENTE AUN MAS LA TASA DE DESEMPLEO.




Que las medidas que se adopten para acometer por etapas la reducción de plantillas infladas, no incremente aún más la tasa de desempleo.


El pasado 4 de abril del 2010, en la clausura del IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, se refirió a la imperiosa necesidad de reducir las plantillas considerablemente abultadas, en el sector presupuestario y estatal; pues en realidad sobraban cientos de miles de trabajadores, que algunos analistas calculaban que el exceso de plazas sobrepasaban el millón de personas.


Cuando analizamos esta parte del discurso de Raúl, abrigamos serios temores sobre el futuro incierto que les esperaba a gran parte de nuestros trabajadores, y así lo expusimos en los comentarios que al respecto, vertimos por aquella fecha.


Al respecto, fundamentalmente alertábamos que la solución más viable posible, sería la de promover la apertura al trabajo privado individual, propiciando la creación de cooperativas particulares, así como la iniciativa de que se constituyeran pequeñas y medianas empresas por cuenta propia.


Ello, evidentemente de autorizarse, contribuiría positivamente a la utilización de un sinnúmero de fuerza de trabajo debidamente empleada. Asimismo, hacíamos otras consideraciones en tal sentido.


Ahora observamos que en el discurso pronunciado por el propio Raúl Castro, en el Quinto Período Ordinario de Sesiones de la VI Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el pasado 1º de agosto, el mismo dispuso que el Consejo de Ministros había acordado ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia, y su utilización como una alternativa más de empleo de los trabajadores excedentes, eliminando varias prohibiciones vigentes para el otorgamiento de nuevas licencias y la comercialización de algunas producciones, flexibilizando la contratación de fuerza de trabajo, que hasta ahora constituía un difícil dilema.


Del mismo modo, Raúl también expresó que dicho Consejo de Ministros había aprobado la aplicación de un régimen tributario que respondiera al nuevo escenario económico y garantice que , los incorporados a esta actividad cuentapropista , contribuyan a la seguridad social, abunden impuestos sobre los ingresos personales y las ventas, y aquellos que contraten trabajadores, paguen el tributo por la utilización de fuerza de trabajo.


Esta decisión del gobierno y del estado no puede ser mera coincidencia. Desde la creación del CUTC en 1995, hemos venido sistemáticamente sosteniendo tales criterios. Siempre se mantuvo como una constante permanente por esta organización, tanto la creación de cooperativas privadas, como la de la constitución de pequeñas y medianas empresas.


Y lo más importante, la plena convicción de todos sus miembros, de que la ofensiva revolucionaria acometida en 1968, que dio al traste con la iniciativa privada, constituyó un craso error, que aún estamos pagando.


Cuántos cubanos geniales, emprendedores, de amplias iniciativas, tuvieron que marcharse del país, por la prohibición de fomentar su propio negocio. Cuántos centros de trabajo se cerraron, no sólo quincallas, bodegas, pequeños talleres, sino hasta fábricas.


Ahora, que se quiere revivir esta actividad, habrá que tener los ojos bien abiertos para que la misma no se frustre. Sabemos que no todos los trabajadores podrán insertarse en la misma.


Aparte de los más de 200,000 jóvenes desempleados que aún pululan por nuestras calles, cuántos más se incorporarán a estas legiones de desempleados. Nos preocupa enormemente el destino de muchos de los trabajadores que engrosarán estas filas.


No puede perderse de vista, otras opciones que pueden abrirse para que el trabajador y su familia no puedan verse perjudicados por tales medidas que se avecinan. Cualquier opción que se adopte y esperamos que así sea, como expresó Raúl en su última intervención, debe partir de la estricta observancia del principio de la idoneidad demostrada para cubrir cualquier puesto de trabajo.


No puede desconocerse o pasarse por alto, que no son pocas las veces en que estas plantillas abultadas han llegado a originarse en razón de prácticas inconsecuentes y privilegios legalmente permitidos, propicios al fomento de la corruptela burocrática, donde han imperado vicios y aptitudes contraproducentes éticamente, como son las del favoritismo, el amiguismo, el nepotismo, y hasta el mal llamado “sociolismo”, en detrimento del verdadero imperio de la justicia social, incluso hasta donde han prevalecido discriminaciones , no solo de raza o de género, sino ideológicas, políticas y hasta religiosas.


En definitiva, se hace necesario evitar que continúe parte de la población cubana emigrando hacia otros países, debido a la carencia de empleos dignos y decorosos y, sobretodo principalmente, por no aplicarse debidamente la política de la idoneidad debidamente demostrada.


No puede ponerse ni siquiera en tela de juicio una incontrovertible realidad, como la que a diario se aprecia. Que el trabajo por cuenta propia está solucionando un gran número de dificultades, que el estado y sus instituciones no solucionaron, o en todo caso, lo hacía con deficiencia.


En consecuencia, valoramos el trabajo por cuenta propia como una fuente importantísima de impulso que sin dudas, incrementará los porcentajes estadísticos de la fuerza de trabajo ocupada y por lo tanto benefactora a la comunidad.


Y es de tal magnitud el empuje que lo caracteriza, que se ha transformado en una persistente escuela de desarrollo, donde los que forman parte de su composición, sistemáticamente se encuentran a la caza de poder lograr las recetas y fórmulas más atinad, para alcanzar las soluciones adecuadas, ante un variado número de situaciones que a diario se les presentan, que no todos pueden resolver.



De romperse el bloqueo interno, de desatarse las cadenas que tienen frenado el avance y desarrollo del país y por ende, el crecimiento de la productividad, el trabajo por cuenta propia deberá garantizársele por el estado y gobierno, (todo ello tendiente a favorecer la lucha contra el desempleo y la desocupación) los siguientes derechos:

1.

El de manifestar libremente su disponibilidad de trabajo, favor de la sociedad, tomando en consideración su plena dedicación, entrega y consagración, fundamentada en su iniciativa, en su conciencia, en sus conocimientos, aspiración y experiencia.

2.

Se le dote de personalidad propia y se le reconozca, permita y consienta su necesidad de asociarse a otras personas y organizaciones, a constituir sindicatos y proteger, luchar y defender sus derechos e intereses; asimismo a estar representando con los poderes inherentes requeridos a cuantas instituciones considere pertinentes.

3.

A que se le proporcione los recursos (materia prima, materiales, enseres, equipos, etc.), necesarios y requeridos para el mejor desempeño de la actividad que desarrolla, en el marco de sus funciones.

4.

Que se asegure con la debida ampliación, el abanico de actividades que sí pueden realizar los cuentapropistas. Que se elimine el régimen de prohibiciones existentes.

5.

Se suspenda la obligación de renovar la engorrosa documentación en la licencia comercial, cada dos años, cuando la misma esté en perfecto orden.

6.

Se elimine, cada 2 años con carácter permanente, la presentación a la ONAT de la autorización del Instituto de la Vivienda por el uso de la propia vivienda del cuentapropista, con fines comerciales

7.

Sea aplicado un sistema tributario más justo, sin tantas y encarecidas imposiciones restrictivas, el cual esté en concordancia con las actuales condiciones socioeconómicas del país, y con el nivel de costo de la vida; en estrecha interrelación con los intereses y derechos de los trabajadores por cuenta propia.

8.

Que todos los profesionales universitarios, sin distinción alguna puedan ejecutar trabajos por cuenta propia.

9.

Que la legislación actual y vigente, reguladora de la actividad laboral por cuenta propia debe ser totalmente revisada, a los fines de atemperarla a las condiciones reales que deben primar en esa actividad, sustituyéndola por una más objetiva, comprensible y sin tantas prohibiciones y coyundas.





Francamente, nos embarga y preocupa enormemente la situación futura de nuestro pueblo trabajador. ¿Podrá la actividad por cuenta propia asimilar casi un millón de trabajadores como se plantea estar sobrecargadas estas plantillas infladas? Realmente esto nos parece muy difícil.


Ahora bien, entendemos que el primer paso a dar será el de privatizar poco a poco el comercio minorista. Se encargarán de administrar sus propios negocios y en definitiva a contribuir, desde el mismo momento que comiencen a obtener ganancias, con el incremento del presupuesto de la nación.


Si se pretende que se cumpla el principio de (a más ganancia más impuestos), puesto que el espíritu que debe prevalecer en la ley que regula la actividad por cuenta propia es sin dudas, el logro de una concordancia equilibrada y justa; entre los ingresos de los cuentapropistas y su benefactor aporte a la sociedad, el indicador correcto para gravar los resultados económicos de dicho trabajo, no puede ser otro que el ingreso neto – o ganancia neta – o utilidad neta.


Si se va a permitir formal y legalmente el trabajo por cuenta propia en toda su amplia gama de facetas y especialidades, deberá ser autorizado a organizarse en cooperativas particulares, como una forma de gestión propiamente hablando, así como una relación de producción socialmente avanzada, enriquecedora del tejido social y promotora de la acción unida de los hombres en el quehacer nacional.


Evidentemente estas cooperativas espontáneamente constituidas dinámicamente funcionando y prestando un servicio inapreciable al conglomerado social, representarían un serio paso de avance en el reordenamiento de nuestra economía.


Hay que revitalizar y respaldar el resurgimiento de estas cooperativas, que lo mismo pueden consagrarse a una actividad determinada como diversificarse en determinadas ramas. Pueden crearse cooperativas en las que se encuentren plomeros, albañiles, carpinteros, electricistas, etc. y hasta salones de belleza y estética, de peluquería y de barbería.


No dudamos de que estas cooperativas, en un corto plazo unas y largas otras, volverán a ser las bases de la creación de empresas medianas y pequeñas, de las que tanto está necesitado el país, las que podrán crecer y desarrollarse independientemente y estamos seguros que el estado les surtirá con puntualidad y calidad los recursos requeridos para su desenvolvimiento, los dividendos que se obtengan, redundarán el beneficio del país.


Ojalá que el desinfle de tantas plantillas abultadas no constituya una seria amenaza para la economía y la estabilidad de la nación cubana. Estamos plenamente convencidos de que el trabajo por cuenta propia individual y cooperatizado en el plano socio-laboral será determinante en la reubicación de los trabajadores que sean declarados excedentes y, por tanto haciendo descender los índices de la tasa de desocupación actual en Cuba.


Esperamos pues, que la política de depuración y ajuste de estas plantillas, caso de no poderse reubicar en el sector del cuentapropismo - lo que se considera muy difícil- tanto personal sobrante, se haga lo más justo, humana y responsablemente, siempre teniendo en cuenta en primer lugar, las imparciales decisiones que se adopten, basadas en la plena idoneidad demostrada.


Evitemos caer en situaciones corruptas, ilegales, burocráticas y paternalistas, que siempre prevalezca la equidad, la justicia social y la imparcialidad, por encima de todo.



Dado en la ciudad de La Habana,

Septiembre de 2010


Dr. Francisco Leblanc Amate.

Director Instituto Cubano de Estudios Sindicales Independiente

ICESI.

CUTC

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