Por Aimée Cabrera.
Las farmacias de la capital muestran un notable déficit de medicamentos imprescindibles para la sanación de quienes padecen enfermedades crónicas, o adquieren los diversos virus típicos de esta época del año.
De nada vale acudir a un cuerpo de guardia para que el médico prescriba la medicina necesaria pues una vez que el enfermo llega a la farmacia con la receta, le informan que la medicina “está en falta”, o sea que no hay en existencia en ningún otro dispensario.
En ese caso están las cremas de Clobetazol, y Gentamicina, que se usan contra distintas
Dermatosis que se agudizan en el verano, la Dipirona para bajar la fiebre y contra los dolores, los ungüentos oftálmicos para erradicar la Conjuntivitis, y tantos otros que harían la lista interminable.
La cifra de casos portadores de Dengue y Conjuntivitis es alarmante. La Clínica La Covadonga en el municipio Cerro está atestada de pacientes. Zonas como la barriada de Buena Vista, en el municipio Playa mantiene una alta cifra de enfermos contagiosos, y la fumigación diaria, y personal médico tomándole la temperatura a todos los que se encuentran en sus casas, no es suficiente.
La Pandemia se ha expandido hacia otras zonas del municipio como la conocida por La Copa, la cual es muy céntrica, por lo que puede servir la misma de puente para que ambas enfermedades sigan su recorrido contagioso por toda la capital.
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