martes, 2 de noviembre de 2010

Y siguen las protestas.

Por Aimée Cabrera.


Trabajadores de la provincia no están de acuerdo con el nuevo sistema de pago implantado en la industria azucarera, por las imperfecciones en el trabajo del centra, lo cual provocó la queja entre los trabajadores; la respuesta del Grupo Empresarial fue que la dirección de la entidad comprobó las deficiencias que repercutieron en el incumplimiento del plan de producción. Se considera que este central aprovechó su capacidad potencial solo al 44%, incumplió el rendimiento industrial planificado al alcanzar el 91%, con un alto tiempo industrial perdido, que fue del 30%, provocado por más de 490 paradas en los días de zafra. Los obreros dicen que las causas fundamentales de estos resultados, tal como plantean los trabajadores, están en comenzar la zafra sin concluir la reparación del central y la deficiente administración y dirección.


El sistema de pago aprobado fue el establecido por el Ministerio del Azúcar, en cumplimiento de la Resolución No 9 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que consiste en un coeficiente normativo, que al multiplicarse por el azúcar que produce el central forma el salario, es decir el ingreso depende de la cantidad y calidad del azúcar producido.


Al no alcanzar los resultados planificados y afectarse la eficiencia de la fábrica, también se afectó el ingreso de los trabajadores; no obstante siempre cobraron según el tiempo real laborado, siendo el salario promedio alcanzado de $485.00.


“Teniendo en cuenta los resultados de esta zafra, el Ministerio del Azúcar ha identificado este central entre los 20 críticos, y de conjunto con el Grupo Empresarial, le está brindando una especial atención al proceso de organización y preparación de la próxima zafra.


Fueron adoptadas medidas como los intercambios por áreas entre los trabajadores, los cuales han estado presididos por el Viceministro que atiende esa industria junto a dirigentes del organismo, del Grupo Empresarial Agroindustrial, de la empresa así como del sindicato, en los cuales participó una cifra de trabajadores superior a los 150.En dichos encuentros se analizaron los incumplimientos tomándose las medidas pertinentes.


Después de leer todo este trabajo tal y como fue publicado en la sección del 27 de julio solo queda pensar que los dirigentes del central y quienes los supervisaban a todos los niveles eran en el mejor de los casos, unos ineptos.


Las personas que se quejan ante cualquier dificultad han tomado la determinación, desde hace un tiempo, de escribir a estas secciones existentes en todos los diarios en circulación en el país para ser realmente escuchados, si a los niveles correspondientes la indolencia y la prepotencia de quienes hacen abuso de sus responsabilidades traen como resultado que las quejas no sean ni escuchadas ni resueltas.


Da pena que un colectivo de trabajadores tenga más experiencia y deseos de trabajar que sus dirigentes, que los mismos hayan sido afectados en sus ingresos, y se haya afectado además el resultado anual de una zafra, producto de tanta inoperancia.

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