viernes, 18 de febrero de 2011

De la esperanza al desencanto

Jorge Olivera Castillo

Enero 2011


La devolución de las licencias que autorizan el trabajo por cuenta propia está de moda. Una fuente fidedigna se refirió a que centenares de personas han decidido ponerle fin a lo creyeron era una alternativa laboral viable. Las entregas de licencias para ejercer el trabajo por cuenta propia responden a que resultan demasiado onerosas para considerarlas atractivas.


Los desmesurados impuestos y la ausencia de un mercado mayorista donde obtener los insumos necesarios a precios módicos, son dos obstáculos que opacan las perspectivas de lograr resultados satisfactorios en la promocionada modalidad laboral.


“No me toma por sorpresa que eso esté ocurriendo. Lo primero que tiene que hacer el gobierno es reajustar su maquinaria para que los cambios económicos sean sostenibles”, expresó un especialista en contabilidad del Ministerio de la Industria Alimenticia.


La devolución de las licencias es un asunto que no reportan los medios de prensa. Notas informativas, comentarios y artículos de opinión sólo expresan el optimismo de siempre. Las opiniones de los que no aceptan los puntos de vista oficiales salen a la luz pública por boca de funcionarios, que dada su vinculación a organismos claves, deberían ser más cautos. La multiplicación de esas infidencias indica que la crisis dentro del propio gobierno pudiera estallar en cualquier momento.


Aparte de alimentar los mecanismos del mercado negro, la ampliación del trabajo por cuenta propia será un paliativo parcial para la machacada población cubana.


“Es ilusorio pensar que este movimiento hacia un capitalismo primitivo alcance alguna funcionalidad. Es posible que en vez de un salto fuera de la ineficiencia, se esté ensayando otra brazada en el lodo de la crisis, que nadie sabe cómo van a resolver. Es como darle a un hambriento una manzana envenenada. ¿De dónde voy a sacar los recursos para invertir en un negocio particular?” -se preguntaba un desencantado militante del partido comunista que labora en uno de los centros científicos más importantes del país.


“Es como darle a un hambriento una manzana envenenada. Yo ni lo voy a intentar. Eso es para los bobos. ¿De dónde voy a sacar los recursos para invertir en un negocio particular?, se preguntaba un candidato a perder su empleo en una empresa estatal en el proceso de despidos masivos.


La pregunta flota sobre la capital. El trabajo por cuenta propia no será una salida fácil a tantas necesidades acumuladas. Puede que sea una puerta al fracaso.

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