viernes, 18 de febrero de 2011

INFORME ANUAL 2010 - PARTE IV

INFORME ANUAL 2010

CONTINUACIÓN, PARTE IV


TRABAJO POR CUENTA PROPIA


En el 2008 en este sector habían 14l mil, 6 y en 2009 aumentó a 143 mil, 8, con el predominio de los hombres. Este es el sector del cual se habla en Cuba, el llamado a recibir a los trabajadores declarados disponibles, el cual tiene una historia bastante triste.


Los trabajadores cubanos viven momentos terribles; enfrentan un proceso sin precedente en su historia. La declaración de disponible va unida al desempleo, con la opción de ser trabajador por cuenta propia en un movimiento obrero sin esta tradición y en una categoría que, durante años, sufre el maltrato de los inspectores, la carencia de materia prima. Viven con sigilo por obligarse a adquirirla en forma ilegal la materia prima necesaria en su trabajo, por no encontrarla en el mercado o ser más cara.


Se autorizaron 178 nuevos empleos y 83 permiten contratar asalariados (no pueden ser parientes ni vivir con el titular). Se pretende una alternativa en las ofertas de bienes y servicios, con un régimen tributario elevado y la imposibilidad del nacimiento de pequeñas y medianas empresas, a corto ni a largo plazo.


En las nuevas categorías no se da licencia a los pofesioanales. Un médico, ingeniero, abogado, entre otros, puede sacar licencia como jardinero o albañil, pero no para el ejercicio de su profesión. Significa que el nacimiento del trabajo por cuenta propia en Cuba nace con una limitante sin precedente, cuando el Estado no le permite a una persona capacitada, que vive de una pequeña jubilación, ganarse el dinero dignamente poniendo en función de la sociedad sus conocimientos. Esto, como es natural, ha traído el descontento de los cientos de miles de profesionales que están pensionados o trabajan en empleos que no tienen que ver con su calificación, en sectores como el turismo.


A los cubanos se les presenta un clima de inseguridad, al enfrentar un reto inseguro, desconocido y que requiere algún tipo de habilidad manual y donde la competencia (oferta y demanda) los obligará a bajar precios, sin la posibilidad de unirse con otros y formar una pequeña empresa. En estos momentos se da el caso deque en una cuadra hay más de tres cafeterías, casi con lo mismo e iguales precios.

No se les permite la posibilidad de acumular un dinero producto del sudor de su frente. Se mantiene la empresa socialista ineficiente, dirigida y acaparada por el Estado dueño de los recursos materiales y humanos de este país. Este es el destino del millar de millares de trabajadores que se desempeñarán en un sector privado, que no es privado sino controlado por el sistema tributario e inspectores.


Durante años en los informes del CUTC hemos denunciado el maltrato a que han sido sometidos estos trabajadores. Durante el período especial –cuando el mercado estatal no suministraba ni una cuchilla de afeitar- estos hombres y mujeres con esfuerzo propio se la agenciaron para hacer la vida más llevadera, dentro de la miseria de la miseria en que vivíamos. Un potencial de ideas e iniciativas que durante años fueron restringidas, truncadas, melladas y limitadas. Estos trabajadores fueron vilipendiados, maltratados, vejados y en esto tienen un importante rol los inspectores que los extorsionaban, chantajeaban, maltrataba y les quitaba las licencias cuando lo entendían conveniente.


Hoy, la coyuntura histórica de una sociedad decadente no acepta el fracaso de su política económica la lleva a recurrir a un sector que, hasta hace unos meses, no contaba siquiera con un sindicato que representara sus intereses.


Regulan este trabajo: Decreto, Decreto-Ley, Resoluciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), de la Agricultura, Finanzas y precios, Banco Nacional y Transporte vieron la luz entre os meses de septiembre y de octubre, para regular el destino de los trabajadores por cuenta propia, mediante un reordenamiento laboral y desempleo (se anexan).


Se dice que más de cien millones del presupuesto nacional se designarán para adquirir insumos que desarrollen el trabajo privado, pero hasta el momento estos trabajadores no tienen dónde comprar su materia prima. Esto ha ocasionando algo no previsto por el gobierno y es que los paladares, cafeterías, etc. compran sus productos en los diferentes mercados (divisa y eso moneda nacional), provocando que una persona se lleve veinte a cincuenta panes, X número de paquetes de perro caliente, mantequilla, etc., que la población necesita y no lo encuentra por ser acaparados, por no estar regulado el límite de venta para esos casos; situación que genera otra peor y afecta a la sociedad civil. En días recientes en las panaderías no había pan, lo mismo sucede con el arroz, frijoles y productos necesarios al pueblo.


LICENCIAS


Las licencias no alcanzan, son insuficientes y limitadas; no se permite a los profesionales tenerlas y se restringe la libertad de creación e iniciativa.


A quienes tenían licencias les aplica retroactivamente las nuevas regulaciones. Muchas de estas personas entregan sus licencias, por estar acostumbradas a pagar solo ésta. Otros están en contra de abonar la jubilación, consideran que debe ser opcional o aplicarse en forma progresiva, por se alto el gravamen.


Las primeras fueron 35,000, la mayoría solicitada por personas que ejercían la actividad en ilícitamente. Quienes optan por ellas lo hacen con temor a los controles oficiales, burocráticos, falta de mercado de insumos y los altos impuestos. Posteriormente la cifra se extendió a 250,000, a mitad de las 500 mil, mucho menos que la mitad de los desempleados.


Hasta noviembre unas 81.498 personas las solicitaron y se aprobaron 29.038, con permiso de trabajo el 35%. La mitad para beneficio de jubilados y pensionados (43%), más los ilegales que no tienen que ver con el millón 300 mil desempleados. Significa que muchos disponibles no van a tener oportunidad de adquirirlas, siendo drástico su destino. Quinta parte es para venta de alimentos, 6% transporte (pasajeros o carga), 1% alquiler de casas y 12% trabajador contratado. Los permisos deben entregarse entre 5 y 15 días. Las cifras son inseguras porque es un proceso que no ha concluido. Son inoperantes en las actuales condiciones de la economía cubana, entre otras por el elevado sistema tributario.


Están suspendidas las de: chapistero, elaborador vendedor de artículos de granito y mármol, elaborador vendedor de jabón, betún, tintas y otros similares, fundidor, herrero, oxicortador, productor vendedor de artículos de aluminio, productor vendedor de artículos de fundición no ferrosa y pulidor de pisos.


A los profesionales no les otorga permiso para trabajar por cuenta propia en su perfil ocupacional. Un estomatólogo, ejemplo, puede solicitarlo como jardinero, no en su especialidad. Esto frena el desempeño de un gran número de especialistas que solo se pueden desempeñar en su oficio. Igual situación presenta la mayoría de las personas a quedar disponibles que no pueden ejercer su profesionalidad), entre otros. La CTC no se ha pronunciado respecto a tan importante asunto, se ha limitado a aceptar las propuestas que constan en las resoluciones emitidas en el mes de octubre.


IMPUESTOS


Los 143 mil trabajadores por cuenta propia existentes antes de las nuevas regulaciones aportaban alrededor del 1 % de la recaudación tributaria total. Ahora se va al extremo; los impuestos incluyen local, sillas, seguridad social (obligatoria), trabajadores y otros. Un sistema diseñado para no guardar ni acumular dinero. Los impuestos gravan: ventas, renta, seguridad social, licencia, mano de obra con impuesto adicional, alrededor de entre un 30 y 35 % de los ingresos brutos. Se ofrecerán créditos bancarios con impuestos a la renta de entre un 25 y 50 % de las utilidades. Los impuestos serían ingresos al Estado.


El trabajador por cuenta propia está obligado a liquidar el impuesto sobre los ingresos personales en una escala entre el 25 y el 40%, (netos anuales) de acuerdo a lo devengado (10 mil a 50 mil, el exceso de éste el 50%). El impuesto sobre las ventas es del 10% del valor total, con sus excepciones. Quienes presten servicios abonarán un gravamen del 10% de total de los servicios prestados. Quienes tengan contratados trabajadores el cálculo del impuesto se considera de acuerdo al número de trabajadores y la remuneración mínima de los mismos.


FIN PARTE IV

CONTRINUARÁ

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