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lunes, 17 de mayo de 2010

A su madre querida.





Por Aimée Cabrera.



La Obra de José Martí es un compendio de versatilidad y amor. En todos sus trabajos se observa la veneración, el respeto, esa sana curiosidad de conocer y al unísono transmitir todo aquello que le pareciera hermoso, para que otros pudieran compartir, a través de los tiempos y las lejanías, todo ese legado que va desde lo más abstracto hasta lo más cotidiano.


Por eso sus cartas a sus familiares, amigos y colegas son también obras a la altura de sus versos, poemas, dramas o aforismos, sin contar cuanto os deleitamos con su labor periodística y sus discursos u opiniones, que todos en su momento agradecieron por su gran talento fuera de época, y recopilaron para la posteridad.


Muy cercana aún la fecha del Día de las Madres, que en Cuba se celebra el segundo domingo de mayo, no tenemos más que releer sus poemas y cartas a su querida madre, para la que siempre tuvo un trato cortés y respetuoso, a sabiendas de que su sinceridad, en cuanto a sus ansias de libertad e independencia de su patria, provocaban cierto enojo en ella.


Él sabía que su madre lo amaba de manera entrañable, y que a pesar de no compartir ambos disímiles puntos de vistas, había una complicidad que aún emana, tan solo al leer las misivas de quien se consideraba “suyo”, siendo ya esposo, padre, intelectual y patriota.


La histórica recopilación de Las Obras Completas de José Martí, Edición Conmemorativa del Centenario de su Natalicio, Editorial Lex, La Habana Cuba, 1953, en su Volumen II, recoge en su Epistolario Familiar, unas cartas que el Apóstol escribió, donde aparecen 5 enviadas a su madre entre los años 1861 al 1895.La última es corta pero resume su amor a Doña Leonor y a sus hermanas, el cual nunca estuvo por debajo de sus principios independentistas.


Pienso que sería egoísta si no la compartiera con quienes puedan tener la ocasión de leer este, mi trabajo que, si bien considero insignificante, pretende ser un humilde tributo a Don José Martí quien cayera en combate en Dos Ríos-al otro extremo de la Isla que lo vio nacer- hace ya 125 años.



Montecristi, 25 de marzo, 1895.


Madre mía:


Hoy, 25 de marzo, en vísperas de un largo viaje, estoy pensando en usted. Yo sin cesar pienso en usted. Usted se duele, en la cólera de su amor, del sacrificio de mi vida; y ¿por qué nací de usted con una vida que ama el sacrificio? Palabras, no puedo. El deber de un hombre está allí donde es más útil. Pero conmigo va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre.


Abrace a mis hermanas, y a sus compañeros. ¡Ojalá pueda algún día verlos a todos a mí alrededor, contentos de mí! Y entonces sí que cuidaré yo de usted, con mimo y con orgullo. Ahora bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza. La bendición. Su


José Martí.



Tengo razón para ir más contento y seguro de lo que usted pudiera imaginarse. No son inútiles la verdad y la ternura. No padezca.


Foto del Apóstol en plena propaganda revolucionaria en Key West tomada del Suplemento El Mundo, 28 de enero de 1953.

viernes, 7 de mayo de 2010

MUJERES, CUBANAS SOMOS TODAS


Miriam Leiva
Periodista Independiente


La noche del sabado 1 de mayo me dieron la noticia de que el Cardenal Jaime Ortega comunicó a las Damas de Blanco que el gobierno había respondido a su gestión, por lo que podrían caminar frente a la Iglesia Santa Rita de Casia sin ser hostigadas el domingo siguiente. Resulta alentadora la gestión de la Iglesia Católica de Cuba.


He vivido los llamados Mitines de Repudio y visto este año a turbas arriadas por la Policía Política, formada fundamentalmente por hombres, que manchando la bandera cubana que portaban ofendían a pacificas e incolumes mujeres. No respetan el dolor de madres, esposas, hijas, quienes desde el 30 de marzo de 2003 caminan pacíficamente, pero con firmeza y dignidad, reclamando la libertad inmediata e incondicional de sus seres queridos injustamente encarcelados en las horribles prisiones, la mayoría padeciendo serias enfermedades.


El 1 de mayo, las autoridades de Cuba hicieron desfilar por plazas a mujeres cubanas, a quienes supuestamente respetan todos sus derechos. Las madres y esposas de los 5 prisioneros cubanos en Estados Unidos estuvieron en la tribuna cerca de Raúl Castro. Habría sido el colmo del atropello continuar prohibiendo a las mujeres, familiares de los 75 prisioneros de conciencia cubanos, expresarse en la 5ta Avenida de Miramar, y sobre todo continuar torturándolas físicamente durante horas, rodeadas por gritos e insultos de pequeños grupos de personas llevadas y reempladas para que mantuvieran la demencia estalinista.


Me pregunto, ¿cuándo dejarán de enfrentar a los cubanos? ¿Cuándo respetarán realmente los derechos de los cubanos todos?


La Habana, 3 de mayo de 2010