(CUTC)
LLAMADO A LAS SOCIEDADES PROTECTORAS DE ANIMALES DEL MUNDO
EN CONTRA DE CONVENIOS INTERNACIONALES TRABAJADORES DE SONOSIS SE OBLIGAN A MATAR ANIMALES CON ESTRICNINA
Cuba es el único país del mundo occidental donde matar un perro o un gato equivale lo mismo que matar un Aedes aegipti para evitar el dengue. No existe la menor preocupación por la salubridad de una ciudad que presenta un cuadro por el día y uno por la noche, con perros desamparados por sus dueños y que reciben felicitaciones, dinero y carros por cumplir misiones internacionalistas. No obstante existe sonosis, donde los trabajadores matan a los animales con estricnina, producto prohibido internacionalmente por causar daño a la persona y muerte con sufrimiento a los animales. Los trabajadores se quejan pero no pasa nada.
EN CONTRA DE CONVENIOS INTERNACIONALES TRABAJADORES DE SONOSIS SE OBLIGAN A MATAR ANIMALES CON ESTRICNINA
El medio ambiente es uno de los problemas que afronta el Estado Cubano. No debe ser visto solo a nivel científico, sino también por los desperdicios que afectan la ciudad, los carros que emiten humo de petróleo quemado, el mismo utilizado en la mayoría de las fumigaciones que la población está obligada a efectuar en sus hogares, aunque éstas no maten los mosquitos ni el resto de los insectos.
Los perros enfermos deambulan por las calles de provincias y municipios carentes de atención veterinaria, ni de primeros auxilios. De esa forma la población se enfrenta a enfermedades que portan los mismos y pueden adherirse a los zapatos, vestuario, etc. y por esta vía llegar a los hogares.
Hay una impunidad deprimente en el gobierno cubano con estos animales. La Asamblea Nacional del Poder Popular ha sido incapaz de aprobar una añeja ley que proteja a los canes y control de la natalidad y enfermedad de los mismos. Cito el caso del director de una escuela que mató a una perra salchicha que vivía en la misma (Ciudad de la Habana) y por presión de los vecinos y padres el Ministerio de Educación se vio precisado nada más y nada menos que a una Amonestación Pública.
Se van los muy humanistas médicos, personal calificado, etc., a cumplir misión internacionalista y no vacilan en dejar sus perros en las calles, personas que luego son alabadas por su sensibilidad, consagración y sentimientos.
Los desperdicios de los animales de carga que se ocupan del trasporté de muchas provincias son portadores de gérmenes, parásitos y enfermedades de los mismos y por encima de ellos pasan los transeúntes. Los jamelgos son maltratados y no existe protección a los mismos ni sanciones para los inconscientes que maltratan y matan al animal que le da de comer, más humano que él
Los basureros y vertederos dan pena. Hay que transitar por las calles de ciudades, provincias y municipios para ver las montañas de estos desperdicios que los vecinos se ven obligados a depositar, por no pasar el carro a recoger la basura y llevarse los moradores los estantes para los mismos, con el objeto de quitarles las ruedas y hacer carretas que luego les sirven para transitar por las calles cargando diferentes materiales.
El Ministerio de Tecnología y Medio Ambiente debe encargarse de velar también por la limpieza de la ciudad, lo cual la afean y atentan contra la salud de la población, por ser los basureros de esquinas reservorios de diversas enfermedades. Ni las epidemias que nos han azotado (conjuntivitis, virus A (H1N1), dengue) han logrado limpiar de desechos las ciudades. Los salideros de aguas albañales transitan por las calles y avenidas sin que las autoridades competentes hagan nada, a pesar de las reiteradas quejas de los vecinos afectados. Ante esto, los delegados del Poder Popular impotentes e incompetentes; primero por aceptar un cargo que es solo de nombre; segundo, por no ser capaces de denunciar lo mal hecho y la falta de recursos para solucionar los problemas que, según la ley, está en sus manos resolver.
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